El tráfico de aves para convertirlas en mascotas es una gangrena que está destruyendo la vida silvestre en Bolivia. Daniel Alarcón y David Grunbaum son los autores de Cautivos, un libro de fotografía, bello y doloroso. Utilizando una técnica impresionante, han logrado captar el rostro de la tristeza y la soledad que contrastan con la poesía natural de estos animalitos que fueron marcados por los barrotes de las jaulas.
El 2021, según la plataforma Mapbiomas para Bolivia, la deforestación y conversión en el país alcanzó niveles históricos. En todo el país se perdieron 380.249 hectáreas de bosque y 259.002 ha de ecosistemas no boscosos. En otras palabras, se perdieron cerca de 639.251 ha de naturaleza. El 2022, la tendencia siguió su curso y ya se sabe de forma preliminar que hemos perdido 429.000 ha de bosque, alcanzando prácticamente el nivel récord del 2019.
Revista Nómadas
En el Área Natural de Manejo Integrado Municipal Laguna Marfil de San Ignacio de Velasco, Bolivia, la silvicultura está probando ser una herramienta indispensable para la protección y conservación de los diversos ecosistemas y la fauna de esta área protegida. Los pobladores de las comunidades que habitan este Edén, unieron fuerzas y trabajo con la Fundación Para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), convencidos de que el manejo del bosque, basado en la ciencia y los conocimientos locales se convierte en el escudo protector que puede protegerlos de los zarpazos de los incendios forestales, los avasallamientos, la sequía y la deforestación.
Roberto Navia
Antonio Sánchez Gómez utiliza la novela para contar la pura verdad. La verdad de los crímenes ambientales, de esos que ocurren a diario y sin frenos. Derrotero es su obra mágica y real. Su escenario es uno de los lugares más golpeados del mundo: la Amazonía.
Roberto Navia
Los indígenas amazónicos a los que Yaneramai creó de la semilla de una calabaza, afrontan días difíciles en territorios de Bolivia y Brasil. Pero la fuerza de una cultura que tiene como cómplice la vida sin prisa, puede más que las amenazas a su territorio.
Revista Nómadas
El territorio del Bosque Seco Chiquitano se oferta en redes sociales. Como si fuera el menú de un restaurante, uno puede elegir el lugar en función al tamaño de la billetera. Mientras las ofertas están en auge —los indígenas alzan la voz y denuncian que la flora y fauna sufren las consecuencias, y ellos, que son los dueños ancestrales, se van quedando sin casa ni comida, asfixiados por el avance de la frontera agrícola.
Iván Paredes Tamayo
En el Día Internacional del Jaguar, Revista Nómadas les entrega un Reportaje Especial que retrata, de una manera profunda, las proezas silenciosas que nueve mujeres han emprendido en Bolivia contra viento y marea, para que los jaguares no tengan sus días contados. En un mundo donde la destrucción del planeta no duerme, ellas trabajan a contrarreloj para salvar el hogar del amo del monte, sanar sus heridas y para que las autoridades castiguen a los que trafican con la vida silvestre. En plena crisis climática, ellas van más allá, porque saben que solo si salvamos al jaguar, nos salvaremos a nosotros.
Lisa Corti
Los indígenas chiquitanos y guarasugwés, ya no duermen ni comen tranquilos. Vivir en este Edén que tiene la categoría de área protegida, se ha convertido en un infierno a causa de la deforestación ilegal y los avasallamientos. Lo que pierden los dueños de la selva es un dolor silencioso.
Roberto Navia
El Informe Planeta Vivo 2022 que presentó la WWF, revela que el mundo enfrenta una doble emergencia inducida por el hombre: la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Jordi Surkin, director de Conservación para WWF Bolivia, hace una lectura sobre este panorama preocupante, pero profesa su apego a la esperanza, ahora que aún hay tiempo y oportunidad para tomar acciones urgentes.
Roberto Navia
En los ríos del norte del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, gobierna el dorado, la especie piscícola que “vuelve locos” a visitantes internacionales. En ese punto remoto de Bolivia, se desarrolla un proyecto de turismo basado en la pesca sostenible con devolución obligatoria, una actividad que busca poner freno a los enemigos del bosque.
Es un libro que desnuda las miserias de las visas y la soberbia citadina del que se siente dueño de un lugar donde no cabría el otro, gestando así la “migraña del migrante”. Desnuda las dictaduras, cómo no, tan propias de nuestra América Crisol de colores y culturas, y también desnuda los vicios y falencias de las democracias.
Estambul es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk.
Javier Reverte realiza un retrato actual de una región que está sufriendo profundos y acelerados cambios climáticos, cuyas consecuencias tendrán serios efectos tanto en la política y la economía como en el medio ambiente.
Un viaje por la embriagante historia del ser humano, a ese mismísimo instante en que descubrimos el poderoso efecto transformador de la uva hecha vino, elevando nuestra conciencia a dimensiones desconocidas en un éxodo sin retorno.
Romano Paz
Parece un escenario sacado de esos cuentos que nos arrullaban en la niñez. Las aguas cristalinísimas del manantial están ocultas en un rincón de Santa Cruz, agazapadas y silenciosas, como si se estuviera ocultando de las manos dañinas de la humanidad.
Elenir Centenaro
Foto: Karina Segovia
Las puertas del infierno están instauradas en los bosques de Santa Cruz (Bolivia). La raza humana ha puesto su veneno una vez más y lo ha hecho sin misericordia. Animales silvestres están tendidos encima de una cama de ceniza caliente. En diferentes rincones de la Chiquitania y de otras zonas atormentadas de Bolivia, la selva es ya un panteón de árboles y de lagartos y capiguaras, de pájaros que antes cantaban, de chanchos troperos, de osos meleros y de muchas otras especies víctimas del avance de la frontera agrícola en zonas no aptas para el cultivo extensivo, del tráfico de tierras, de la deforestación ilegal y de aquella que tiene el permiso cómplice de las autoridades, de los avasalladores que están destrozando las Áreas Protegidas y que dicen que son pobres pero que desmontan con orugas que su dios dinero y político puede pagar.
El pueblo —los pueblos— desilusionados de la especie humana, solo esperan que los cielos hagan el milagro: que caiga la gran lluvia sobre las dos docenas de incendios activos que no descansan en nueve municipios de Santa Cruz y en siete Áreas Protegidas afectadas. En lo que va del año, la devastación ambiental ya ha consumido 600.000 hectáreas de bosques, pastizales y de todo un ecosistema que —solitario— también espera un milagro del cielo, porque de los hombres ya nada bueno pueden esperar.
Te contamos desde el interior de los escenarios de la realidad, iluminados por el faro de la agenda propia, el texto bien labrado y la riqueza poética del audiovisual y de la narrativa sonora, combinaciones perfectas para sentir el corazón del medioambiente y de los anónimos del Planeta.