Es coordinadora del Instituto de Lengua y Cultura Guarasu’we. Siente una gran necesidad y preocupación por recuperar las palabras vivas de su pueblo que están en peligro de extinción.
Los indígenas amazónicos a los que Yaneramai creó de la semilla de una calabaza, afrontan días difíciles en territorios de Bolivia y Brasil. Pero la fuerza de una cultura que tiene como cómplice la vida sin prisa, puede más que las amenazas a su territorio.
Te contamos desde el interior de los escenarios de la realidad, iluminados por el faro de la agenda propia, el texto bien labrado y la riqueza poética del audiovisual y de la narrativa sonora, combinaciones perfectas para sentir el corazón del medioambiente y de los anónimos del Planeta.