El protagonista se ve afectado por la suspensión inesperada del tren de las 23:35, desencadenando un viaje lleno de poesía y reflexiones por Sicilia. A través de los paisajes, la historia y los silencios, el relato abraza la riqueza cultural de la región, desde la emblemática Palermo hasta las islas como Alicudi, tejiendo una narrativa que fusiona lo mágico con la cruda realidad.